En algunas ocasiones son fantasmas famosos. Todo el mundo que visita ese lugar, puede identificar el fantasma. Hasta se les hace curioso. Vamos una atracción turística de cierto modo. Simplemente vas a ese lugar para poder decir, yo estuve ahí...
Pero esos son sus turistas. ¿Qué pasa cuando quieres vivir ahí? Algunas personas se han acostumbrado a los fantasmas. Siempre los han visto y dicen que los entienden, o al menos no les temen. Otras hacen todo lo posible y hasta lo imposible por exorcizar el lugar. Hasta dejarlo más o menos habitable.
Otros lugares no tienen fantasmas tan famosos, pero tienen presencias. A veces no son tan conocidas y por eso, es necesario poner mucha atención para darse cuenta de que están ahí. Mucha gente es a este tipo de fantasmas a los que no tolera, porque tiene la sensación, pero no puede definir de donde viene. Cuando ves al fantasma, queda o asustarte o hacer algo, pero cuando no sabes que es... ahí hay un problema.
En ocasiones, ese tipo de fantasmas son los que hacen las leyendas de las casas o lugares embrujados. En otras, hay personas que solamente viven en un mismo lugar porque comprenden o están sintonía con ese fantasma en específico. Igual que los otros fantasmas, hay personas que se acostumbran y otras que hacen de todo por exorcizar al fantasma.
Un detalle con los fantasmas y los lugares, sobre todo las casas, es que los lugares guardan la memoria de sus habitantes. Vivos o no. Y dado a que los fantasmas están más tiempo en el lugar, los lugares los recuerdan, los mantienen y los reviven.
Hay un último tipo de fantasmas. Uno que está ahí desde casí el principio de la construcción. Se podría decir que la construcción se hizo sobre ese fantasma. No necesita ser fuerte, o manifestarse en su totalidad. Solamente es una parte integral del lugar. Son tan parte de, que muchas personas nunca detectan al fantasma. Sobre todos aquellas que viven en el lugar.
EL problema con esos fantasmas, es que son tan integrales a la construcción, que es imposible correrlos sin romper la casa. Y aun rompiéndola, no te aseguras del todo a que se hayan ido. Si nunca has podido ver fantasmas, este último tipo de espectros no representa nada para tí. En cambio, si ya lo percibiste, solamente queda acostumbrarte.
Será casi imposible, sin importar que hagas, como lo hagas, exorcizarlo. Solamente destruyendo el lugar, y como te dije, casi nadie se arriesga. Mucho menos con gente adentro. En ocasiones te confías y crees que el fantasma ya hizo las paces con este mundo y se fue, pero cuando menos lo esperes, el recuerdo, la memoria o el detalle que el mismo lugar tiene... lo regresa a tí, dandole vida y volviéndote a ti un fantasma a la vez.
Lo más curioso de todo esto, es que todo lugar al que llegas y estuvo habitado una vez, tiene fantasmas. Igual que las personas.
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