miércoles, enero 18, 2012

Intentos

Debido a que parece que las cosas que leo están en un boom escritural, he decidido reutilizar este blog. Es raro regresar a escribir en este lugar. Estuve viendo diferentes blogs, de la época donde empezó este, cuando parecía que todos los que conocía tenían un blog y escribían mas o menos seguido.

Viendo esos blogs, esas pequeños pedazos de historias, me dí cuenta de algunas cosas. Me gustan las historias (nada nuevo aquí.), pero además de eso tengo una suerte para que la gente me cuente sus historias. En ocasiones no soporto a la gente, pero sus historias, bien contadas, los hacen interesantes o tolerables.

En ocasiones, es divertido ver como pintaba una historia, lo que prometía, lo que el mismo protagonista pedía o deseaba, y revisandola tiempo después, darte cuenta que esa historia terminó en un lugar totalmente diferente. A veces mejor, a veces insopechado, a veces, francamente, peor.

En ocasiones eso fue culpa de los momentos, eventos y las elecciones que tomó el protagonista. Lo divertido es platicar con esa misma persona, y escuchar la nueva historia, acerca de como todo estaba planeado desde antes, y que en realidad, el cuento no ha cambiado tanto. O si ha cambiado, que todo está bien y va en camino hacia lo que realmente quiere... Lo cual, cambia de tanto en tanto.

En otras ocasiones, la verdad duele. Duele ver como una historia prometía, como la misma persona, pregonaba ciertas cualidades, deseos o capacidades... Y ver que el resultado actual no demuestra ninguna de las promesas anteriormente. Algunas eran inalcanzables desde el principio, pero la persona se escuchaba tan real, tan confiada, que por un momento pensaste que estabas cerca de una de esas pequeñas vidas increibles que suceden de tanto en tanto.


Aunque lo que realmente duele o pesa son las pequeñas historias incompletas. Eventos, planes o detalles que se le invirtió el tiempo con esa persona específicamente. Y que por alguna razón, ya no se llevarán acabo. Algunas tu sabes que eran específicas de un tiempo, evento o año... o eran un plan conjunto con la otra persona. Sabes que nunca se hará, que esa oportunidad se perdió, pero hay una pequeña curiosidad, de saber como habrían salido las cosas.

Algunas otras, siguen en proceso. Van avanzando y no se han detenido. Lo que duele de esas es algo diferente. Por alguna razón, se pierde el contacto con esa historia, pero de cierta manera sabes que sigue avanzando. El tiempo que se le dedicó, las cosas que sembraste para que esa historia empezara o tomara velocidad... y ahora, ya no verás ese resultado.

Me parece a mí que esas son las más dolorosas. El costo de oportunidad de esa historia, para ni siquiera saber si dará resultado o no.

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